El conde de Orgaz no era conde

.- Todo el mundo sabe que la obra maestra de Doménicos Theotocópulos, conocido por El Greco (Creta, 1541-Toledo, 1614) es El Entierro del Conde de Orgaz (1586). Por este nombre se conoce ese óleo, y así se le denomina en la mayoría de los libros de arte. Muy pocos hay que lo designen como realmente es: El Entierro del Señor de Orgaz. El cuadro está expuesto en la parroquia de Santo Tomé, en Toledo. Le fue encargado al Greco en marzo de 1586, con el compromiso de terminarlo en nueve meses. Se tasó, en principio, en 1200 ducados; posteriormente, en 1600. Esto dio lugar a un litigio que, ganado por la iglesia en primera instancia, un tribunal romano terminaría dándole la razón y los ducados, al pintor.El protagonista del cuadro es Gonzalo Ruiz de Toledo. Según la leyenda, en el momento de su entierro sucedió un milagro: dos santos, San Esteban y San Agustín, bajaron del cielo y, tomando su cuerpo, lo depositaron en la tumba.El Greco aprovechó la circunstancia de que tenía que incluir en el cuadro muchos personajes para retratar a conocidos y amigos suyos. También a su hijo.

Gonzalo Ruiz de Toledo había nacido en Toledo a mediados del siglo XIII. “Fue caballero de grande piedad y prestigio político, restauró a sus expensas la iglesia de San Bartolomé, la de San Justo, y restauró y amplió la de Santo Tomé, a la que él tuvo una predilección especial y en la que mandó ser enterrado. Fue alcaide de la ciudad y notario mayor del rey Sancho el Bravo y de Fernando IV el Emplazado, consejero de la reina doña María, viuda del primero y gobernadora del reino en la minoría del segundo”.El problema es que el condado de Orgaz se creó el 17 de marzo de 1529 en favor de don Álvar Pérez de Guzmán, señor de Orgaz y Santa Olalla, alguacil mayor de Sevilla, por lo que resulta imposible que nadie, dos siglos antes, fuese conde de Orgaz.En realidad, Gonzalo Ruiz de Toledo no era conde de Orgaz, sino señor de esa villa. Era el quinto señor de Orgaz. El señorío había sido creado por Fernando III, desglosándolo del patrimonio de la catedral de Toledo, que ya entonces empezaba a preocupar por su enorme extensión a la corona castellana.El título de conde fue creado por Carlos I para premiar la fidelidad de don Álvar Pérez de Guzmán en la guerra contra los comuneros. El motivo de la titulación errónea del cuadro podría ser la gran notoriedad que tenían los condes de Orgaz en la ciudad de Toledo durante el siglo XVI, por lo que al encargar el párroco de Santo Tomé este cuadro, en 1586, nadie dudó en hablar del conde y no del señor, ya que el título tenía ya casi sesenta años de antigüedad y del señorío nadie se acordaba.

De “Mentiras históricas comúnmente creídas”.
José Luis Vila-San Juan.